Comencé la Tricontinental llena de entusiasmo, proyectos e ilusiones y por qué
no decirlo, con algo de nervios, sí nervios al enfrentarme al stand vacío y entender que tenía
que improvisar, ya que las ideas de decoración que tenía y la visión de ellas
en sueños se cayeron ante la altura de los laterales y lo enorme que me parecía
el stand vacío.
Tras respirar hondo, comencé
serena y disfrutando mucho a colocar mis trabajos. Como se puede apreciar en la
foto el marco principal se los di a mis tres queridos chales (de fiesta) con iluminación y bajo una tela negra los fui colocando uno a uno.
¡Bien! Esto me estaba gustando,
a continuar… Pensé que necesitaba un probador y lo encontré en una esquina a la
derecha de los chales.
Aprovechando la tela, trabé todo
lo que tenía de bebes, mi traje de bautizo con su fondo verde, la mantita de
cuna, capazo y vestido malva que tanta ternura me da. Junto a todo ello coloque
mi colección de chupas de varios colores unidas por un imperdible. Este espacio
temático de bebés me quedó precioso.
Les pongo unas fotos para que
vean y entiendan mi entusiasmo y alegría pues mis cosas son grandes y como mejor
se ven es extendiéndolas.
Coloqué en un lado chales
grandes y a otra altura otros
pequeños y enfrente las pasminas
y más chales. En los espacios que iban quedando libres intercalé bolsos y en un
perchero colgué las camisas, rebecas, faldas y demás ropas de mujer.
Estaba disfrutando del momento
pues contaba con tiempo y ganas , muchas ganas de dejar el stand atractivo.
Todo iba cogiendo forma y color
a medida que transformaba un espacio vacío en un lugar con personalidad.
Por fin sólo me faltaban las dos
mesas con todas las cosas pequeñas pero no menos importantes. Una iría debajo
de los chals con toda la bisutería y las cosas delicadas y en la otra chalecos de
mujer con alegres colores, carteras
de mano, etc…
En el maniquí fiel y silencioso
acompañante en todas mis ferias expuse el chaleco rojo con falda a juego (lo
cambié varias veces de ropa).
Ya todo estaba colocado, por ello,
salí al exterior y mirando de frente mi stand decorado pensé en silencio
mientras observaba los detalles ¡Ya está! ¡Me gusta!.
Espero que a todos los que
pasaron por la feria y por mi stand que fueron muchos les gustara.